Liam Crane

NOMBRE DEL PERSONAJE: ::: LIAM CRANE :::

Para el, su orígenes son un misterio. Su única familia siempre es y ha sido su madre, la hermosa Rihann de bellos ojos verdes y largos y rizados bucles pelirrojos. De su padre sabe apenas muy poco, llegó, amó a su madre y desapareció para siempre.

Rihann era una joven actriz de el teatro loca el Ulster, Irlanda. En su trabajo conoce al encantador joven de ojos cristalinos y de unas cuantas semanas de flirteos, citas y enamoramiento, conciben a Liam. Este nace nueve meses después, con una amorosa madre que dejó su sueño por buscar un modesto trabajo de costurera, que le daba, a diferencia del teatro, una entrada constante de dinero. Había perdido su figura esbelta por el embarazo, así que eran ya pocos los papeles que le daban, así pues decidió ser madre en vez de actriz.

Vivían modestamente, pero a Liam jamás le faltó nada. Rihann era sumamente trabajadora y buena madre, llevaba a la iglesia a Liam, lo tenía en una escuela respetable, tomaba lecciones de música y asistía a la escuela dominical. Todo esto gracias a que Rihann logró aprender bien el oficio de costurera y puso un pequeño negocio de ropa, no era de marca, pero sus clientes estaban satisfechos y les empezó a ir bien económicamente. Pronto eran ya una tienda de ropa muy socorrida en Ulster.

Liam creció y se unió al equipo de rugby, era un chico feliz y aparentemente “normal”. Su vida era como muchos hubiesen deseado. Una madre que lo quería, buena vida, amigos y muchas chicas a su alrededor. Nunca le importó no tener padre.

Pero el encanto se rompió una noche. Su madre se levantó en gritos, el corrió a la habitación de ella, no había nadie, pero en la cama, como si la hubiesen doblado, estaba su madre, con la cabeza en la almohada y el cuerpo completamente arqueado en una posición impactante. Liam acudió a su ayuda y ella lo separó de un golpe. Desde el suelo observó como su madre gritaba de dolor. “Demonio” gritaba ahogadamente. Acudió corriendo a la iglesia mas cercana por un sacerdote. Al regresar a casa, su madre dormía como si nada en la cama, apenas si había evidencia de lo acontecido con las sábanas corridas y la frente sudorosa de la mujer.

Al día siguiente Rihann perdió el habla, Liam la llevó a la iglesia, pedía que la ayudara, que le realizaran un exorcismo o algo, ya que el sentía que el mal le había hecho eso a su madre. Le dijeron que primero debía llevarla al psicólogo para descartar problemas mentales.

Liam no comprendía como su madre tan devota a Dios había caído en semejante desgracia. Trató de animarla, pero nada ayudaba. A las pocas semanas Rihan dejó de comer también, se le veía esquelética, ni la mitad de la bella mujer que solía ser, su cabello perdió brillo y sus ojos verdes se apagaron a un gris verdoso. El chico dejó el colegio para ayudar a su madre, le rezaba casi todo el tiempo, pero el “demonio” parecía no querer dejar ir el alma limpia y pura de su madre.

Finalmente los vecinos al ver el estado precario de Rihann llamaron al psiquiátrico y se la llevaron. A pesar de los esfuerzos de Liam por liberarla y pedir ayuda religiosa, su madre fue internada con un diagnóstico de demencia que el no comprendió. Al principio la dejaban verla, el la visitaba seguido, hasta que tuvo un ataque de violencia donde lastimó a otro paciente y gritaba que veía demonios y que estaba en el infierno. Entonces le dijeron a Liam que la enfermedad de su madre era incurable y que tendría que ser atendida ahí por siempre, hospitalizada y lejos de el.

Como el chico era menor de edad, le impusieron tutores y tuvo que mudarse lejos de Ulster y de su madre.

Pronto se hartó de pretender que estaba bien y que era hijo de otras personas, así que tomó sus cosas y a los 15 años escapó de aquella casona fea que olía a salitre. Visitó a su madre en el hospital psiquiátrico, pero solo le dejaron verla de lejos, entonces dolido y desesperado, viajó a América para buscar ayuda ahí, tal vez alguien le creyera en ese sitio que su madre necesitaba ayuda divina.

Pero se topó con lo mismo que en Irlanda, sacerdotes charlatanes que pedían dinero a cambio de ayuda (el tenía apenas el suficiente para subsistir). Perdió la fé no solo en la iglesia, sino en Dios también, nadie podía ayudarle, así que entonces, no había ese dios amoroso y misericordioso que describía en la biblia.

No tenía dinero para volver a casa y de tenerlo, igual no se atrevía a volver, se sentía fracasado por no poder ayudar a Rihann, así que se quedó vagabundeando en Estados unidos. Pedía aventón en la carretera, robaba billeteras o comida en las tiendas rápidas de autoservicio y medio sobrevivía como podía. Sin embargo el brillo cristalino en sus ojos no se perdía, por el contrario, a medida que pasaba el tiempo se volvía su mirada mas limpia y brillante, con ese aire de inocencia que tenía cuando su madre aún estaba con el.

Los cambios comenzaron, tan sutiles como el viento, pero en definitiva Liam sabía que algo no era normal. Trató de ignorarlo todo, pero se sentía raro, tenía miedo de aquello que ahora le pasaba. Se fugaba diciendo que eran cosas de su conciencia y culpa de "Pepe grillo" ya que la película favorita de su madre era Pinocho y le tenía gran cariño a este personaje. Así se hizo de un amigo, el mismo, en la forma de una conciencia "externa" con forma de bicho.

Finalmente terminó en San Francisco, California, es ahí donde ahora “reside” en las calles de aquella ciudad tan ajena para el como el resto de las ciudades, deseando entender que le ocurre y volver a Ulster y ayudar a su madre.