Delilah E. Straws

DELILAH ELISE STRAWS



Datos personales:

-Raza: Híbrida, Nefilim

-Edad: 23 años

-Don: Redención

-Actividad: DJ en la radio local, universitaria

-Nacionalidad: Tel Aviv, Israel (más tarde cambiada a nacionalidad estadounidense)

-Orientación sexual: Heterosexual

Descripciones:

-Descripción física:
No tiene altura de supermodelo, pero es notablemente alta; alrededor de los metro setenta, sin sumar esos centímetros de más que le otorgan los zapatos de tacón. Posee una piel fina y bastante bronceada. Esbelta y delgada, no como para que se le marquen las costillas pero tampoco le sobran los quilos de más en el abdomen. Tiene un largo cabello rubio natural, de un brillo cobrizo que contrastan con algunos tonos más oscuros. Lo que verdaderamente atrae de ella, son sus ojos verdes. Es fácil caer en su mirada, pero difícil de salir. Supondría que se llama encanto. Labios finos y nariz recta, aunque no tengan nada de especial, hace que el aspecto de Delilah sea muy diferente al de las demás. ¿Algo más que añadir? Sí, cierto. Está sana, muy sana. No tiende a coger enfermedades con frecuencia; si se hace daño, no tarda en curarse. Viste... bien. No hay mucho de qué hablar. Creo que aquí hemos terminado.

-Descripción psicológica:
Olvídate de todo. Aparta de cualquier prototipo de chica, sea cual sea. Delilah es diferente. ¿Por dónde empezar? Creo que no tiene ni pies ni cabeza. Simplemente, está patas arriba. Es una chica muy, muy independiente. Sus ojos poseen ese brillo de los secretos ocultos, porque oculta algo y no es nada bueno; aun así, lo hace muy bien eso de esconder cosas. Es tan persuasiva que incluso resulta manipuladora a simple vista, pero es el tipo de chica que derretiría el corazón de cualquiera. Cualquiera. Su inocencia debe de tratarse en un sentido relativo, no es tan santa del todo. Sin embargo, es terriblemente honesta. ¿La conoces? Es la bondad hecha persona. A pesar de eso, meterse con ella tampoco es muy buena idea… Su pasado te sorprendería mucho.

Tan solo un pestañeo suyo podría helarte la sangre sin razón aparente pero sin embargo, no podrías deshacerte de su mirada con la facilidad en la que caes en ella. Siempre parece estar rodeada de tranquilidad y de ausencia; pestañea cada mucho como si no quisiera perderse nada de lo que pasa. Ella sería una de las pocas personas capaces de desmentir ese dicho de que las rubias son tontas: porque ella no lo es. Es más, es asquerosamente inteligente, aunque le gusta ser reservada. Nadie, nadie puede saber lo que es capaz de hacer. Su mente es impenetrable, es totalmente impredecible.

Tiene amigos por todos lados, pero prefiere más la soledad. Disfruta de la tranquilidad cuando está sola. Querer y no querer... ¿Qué más da? Se considera como una artista y ve las cosas de manera muy distinta al resto. Es maravillosa y lamentable, imperfecta en todos los sentidos y... a pesar de todo eso, todos saben que algún día lo miserable se convierte en algo dichoso.

-Familiares:
Olivia Benson {tía, 43 años}
Nueva York, U.S.A

-Historia: Hija de una escritora británica que residía en Israel y de un ángel que nunca llegó a conocer como padre. ¿Irónico? No mucho. Sus supuestos padres se conocieron en la Tierra Santa, donde estuvo el Hijo de Dios hace más de 2000 años. No lo sabemos, pero sería algo normal que allí abundaran ángeles caídos... ¿o no? La cosa es que pasó. Pasó lo que pasó. Nueve meses en la barriga de su madre, y ella sin saber que con quien tuvo a su hija era... no era humano.
Delilah nació un 10 de agosto, mismo día en que su madre murió después del parto. Entonces, se podría decir que es huérfana desde que tiene memoria. Fue su tía quien le puso el nombre que su madre siempre quiso para ella. Los primeros años, se crió en la ciudad, bajo el cuidado de Olivia, hermana de su difunta madre. Nadie supo nada más de su padre, quien no tenía familiares aparentes con quien poder contactar... ¿A dónde marchó, entonces? Dios lo sabrá, pero ellos en aquellos momentos, no sabían nada.

La pequeña en sí, era un poco extraña. Se sentía atraída por lo extraño, aunque muchos dirían que a eso se le llama curiosidad. Pero ella se acercaba a temas que a niños de su edad no se interesarían ni lo más mínimo. Esa complejidad desapareció al cabo de unos años. Cumplió doce años cuando su tía tuvo que marcharse a Nueva York, antigua residencia. La noche anterior al vuelo que tenían que coger ambas, Delilah tuvo un extraño sueño en el que salía un hombre, alas, todo blanco y... puro. Entonces después todo fue sangre y oscuridad. Sólo dos palabras se le quedó en la cabeza hasta ahora, que surgieron de una enigmática y serena voz.

"-Lo siento."

Lo siento. No tenía ningún significado. Al menos, no para ella. Una vez en Nueva York las cosas no cambiaron. Pero los sueños fueron continuos, todos iguales. Y terminaban igual. Con la mismas palabras. Una y otra vez.

"-¿Podrás perdonarme, hija mía? Sin sufrimiento no existe compasión."

Y terminó. Después de... ¿tres meses había pasado?, los extraños sueños cesaron. Y seguía sin entender quién la llamada hija. Lo dejó pasar y le restó importancia, cosa que no debió hacer. Dieciocho años pasados, buscaba una universidad donde poder estudiar ciencias económicas. Por Nueva York, sin éxito después de varias semanas, se perdió por Brooklyn en busca de alguna librería antigua. En vez de eso, se topó con tipos que atrapaban a un chico de más o menos su edad, magullado y probablemente, inconsciente. Eso creía ella cuando se acercó. Varios ojos se echaron sobre ella y brillaron en un intenso color oscuro. Humanos no eran, pero ella no lo sabía.

-¡Vete! ¡Lárgate! - le gritó el chico a quien estaban sujetando. Desconcertada, insistió en quedarse allí para que lo soltaran. - ¡Irán a por ti!

Anonada, corrió. Demasiado tarde como para que la persiguieran. Optó por marcharse de la ciudad, siguiendo ciegamente palabras de un desconocido. San Francisco. En la otra punta del país. Eso hizo, marcharse lejos. Recién llegada y registrada en la universidad, empezó su nueva vida, buscando trabajo en la radio local. Consiguió el puesto de DJ y apartó todo lo que le ocurrió en el pasado y... cinco años más tarde, nada a cambiado drásticamente... aún.

Otros Datos:

-Nivel de adquisición:
Medio

-Vehículo:
Ninguno.

-Enfermedades:
Sana.

-Antecedentes:
Expediente limpio.

-Manías y Fobias
Mover levemente el cuello para apartar el pelo de la cara.
Terrible miedo a los truenos, aunque lo mantiene en secreto.

-Gustos:
Los libros, la playa, el sol, la mezcla del café vienés con los muffins en un ambiente más bien neoyorquino.
Odia los insectos, sobretodo los que se arrastran.

Religión:
Cristiana católica

Habilidades:
Es buena en idiomas. Tiene una excelente puntería, aunque no lo sepa.

Mascotas:
Ninguna.

Estudios y Idiomas:
Graduada en la escuela elemental y estudios superiores, cursa actualmente la universidad.
Habla hebreo e inglés.